Del 19 de enero de 2012 al 7 de marzo de 2012.
Muchas veces imagino la obra de Mikel Cabrerizo
bañada con la precisión y claridad de un rayo de luz huerfano,
de esos que se cuelan entre las nubes tras una tormenta,
tiñendo de oro y plata las piedras preciosas que son algunas de sus obras.
¿Hay en la obra de Mikel Cabrerizo un afán preciosista
o la belleza emerge de forma natural?
"125 años después de Duchamp" sea quizás para los que todavía creemos
que el gusto (bueno y malo) es una cualidad innata
que no puede aprehenderse como si de una fruta madura se tratase.
El arte halla su perfección dentro y no fuera de sí mismo.
No ha de ser juzgado por patrones externos de semejanza.
Es un velo más que un espejo.
– La decadencia de la mentira, Oscar Wilde –
Cuestión de especie, cuestión de linaje.
Gracias Mikel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario