Del 4 de agosto al 20 de septiembre
Daniel Resano Cayuela. Pamplona , 1973.
Al margen de tendencias, corrientes y movimientos a los que, indudablemente,
podríamos adscribir la obra de Daniel Resano,
desde esta ventana queremos destacar tres aspectos fundamentales de su pintura.
Al margen de tendencias, corrientes y movimientos a los que, indudablemente,
podríamos adscribir la obra de Daniel Resano,
desde esta ventana queremos destacar tres aspectos fundamentales de su pintura.
Uno: La fuerza, soltura y potencia de su trazo que, vívamente,
viene a contarnos que Daniel Resano era pintor mucho antes de empezar a pintar.
viene a contarnos que Daniel Resano era pintor mucho antes de empezar a pintar.
Dos: El color.
Una paleta siempre armoniosa y equilibrada en cualquiera de sus múltiples expresiones.
Una paleta siempre armoniosa y equilibrada en cualquiera de sus múltiples expresiones.
Y tres: La sensación despiadadamente positiva que transmiten sus cuadros.
Mirar la obra de Daniel Resano implica exponerse a una invasión corporal y física,
como si de un virus se tratase, de auténticas dosis de buen rollo.
Los cuadros de Daniel Resano son efusivos, se sienten vivos,
son abiertos, comunicativos, elocuentes y afectivos.
como si de un virus se tratase, de auténticas dosis de buen rollo.
Los cuadros de Daniel Resano son efusivos, se sienten vivos,
son abiertos, comunicativos, elocuentes y afectivos.
Una exposición que no deben perderse.
Gracias, Daniel.
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